El viernes se cumplirán 10 años del crimen, aún impune, de Paulina Lebbos. El aniversario de ese homicidio ocurrido el 26 de febrero de 2006 dará un tono especial a la marcha tradicional de los martes, que es la número 479. “Esta se ha constituido en la más importante manifestación y en una herramienta de visibilización de la situación de impunidad que se vive en la provincia. Todos los martes agregamos nuevos nombres a la lista de víctimas y nuevos testimonios de familias que manifiestan la tragedia que están viviendo”, reflexionó Alberto Lebbos. El padre de Paulina encabeza las caminatas alrededor de la plaza Independencia con familiares de víctimas de la impunidad, que hoy ya suman 381. Una impunidad que, según Lebbos, ha sido propiciada durante los últimos 10 años por el mismo Poder Ejecutivo.
En estos días en los que la situación difícil de la Justicia de Tucumán es una preocupación nacional, Lebbos recordó que denunció el problema hasta el cansancio. “Hemos reclamado en la Corte Suprema de Justicia, y nos hemos reunido con funcionarios nacionales y hasta con representantes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, enumeró. El activista denunció que en abundantes casos la comisión de familiares ha presentado pruebas contundentes y hasta testimonios que demuestran la connivencia entre el Gobierno provincial y el Poder Judicial.
Ni siquiera García
La primera marcha en honor de Paulina fue organizada por sus compañeros. Luego, las manifestaciones continuaron cada martes. Al reclamo de Lebbos se sumaron más víctimas y más ciudadanos que perseguían lo mismo: justicia. Con el tiempo, ellos formaron la Comisión de Familiares de Víctimas de la Impunidad, que denuncia la inacción del aparato estatal encargado de esclarecer los delitos. “Los gobernantes diseñaron un sistema judicial perverso para proteger a los delincuentes”, dijo Lebbos. Su hija tenía 23 años y estudiaba la licenciatura en Comunicación Social. El 25 de febrero de 2006 había rendido una materia y, por eso, decidió salir a festejar con sus compañeros. Esa noche se reunió con Virginia Mercado, su amiga, con quien fue a bailar a un boliche de la zona del ex Mercado de Abasto.
Las amigas estuvieron juntas hasta las 6 de la mañana, según declaró Mercado. Se subieron a un remis; Mercado se bajó en su domicilio y Paulina siguió viaje hasta la casa de su novio, César Soto, padre de su hija Victoria. Aún no hay certidumbre sobre qué sucedió a partir de allí y hasta el 11 de marzo de 2006, cuando dos baquianos hallaron el cuerpo de Paulina a la altura del kilómetro 2,8 de la ruta 341, en la localidad de Tapia. Si bien existe en trámite un pedido de elevación del caso principal a juicio oral, la investigación sufrió un deterioro inmenso durante los siete años en los que estuvo a cargo de Carlos Albaca. Acorralado por las denuncias, el ex fiscal N°2 renunció en 2014 para jubilarse con el 82% móvil.
Lebbos dijo que le resulta increíble que haya habido tan pocos avances en una década en la que no cesó de pedir justicia. Y se mostró escéptico respecto del nuevo Gobierno provincial: para él, gobiernan los mismos de antes. “Ni siquiera está en la cárcel un personaje menor de esta trama de encubrimientos, que es el comisario Enrique García, a quien condenaron en 2014”, ejemplificó.